Una "batalla naval", homicidios y armamento
prohibido: Lo que esconde la "guerra del Loco"
Por: DLSOTOLEPE DEL BLOG
Hace dos semanas, un buzo fue rescatado luego de que sus
compañeros le cortaran la manguera de oxígeno para poder escapar tras ser
sorprendidos extrayendo ilegalmente el producto. Hasta el momento existen más
de 30 denuncias en la Armada y 10 investigaciones en la fiscalía regional de
Los Lagos.
SANTIAGO.- Se podría decir que el hurto del cotizado molusco "loco" –cuyo nombre científico es Concholepas Cocholepas- lleva décadas ocurriendo en las costas de
la Región de Los Lagos, pero fue la semana antepasada cuando se hizo conocido
en todo Chile a raíz del abandono de un pescador, al que sus compañeros le
habrían cortado su manguera de oxígeno para escapar mientras estaba sustrayendo
el producto desde el fondo del mar. La fiscal jefe de Maullín, Ana María
Agüero, quien investiga todos los casos tras ser designada por el fiscal
regional Marcos Emilfork, explica que hace 10 años cuando las cosas pasaron a mayores,
desatándose lo que se conoce como la "guerra
del loco". Fue en esa época cuando se entregaron las áreas de manejo
de este recurso marino a sindicatos de pescadores previamente organizados e
inscritos en el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). Hoy existen más de 100
parcelas marinas explotadas por distintos sindicatos. Pero esta práctica generó
la aparición de grupos ilegales que sustraen el producto de estas parcelas por
su alto valor en el mercado. Esto significó –en paralelo- la creación de
equipos de resguardo de los propios pescadores beneficiados con las áreas
sustracción. Lo anterior produjo también que los delitos se multiplicaran,
incluyendo lesiones, porte y tenencia ilegal de armas de guerra y municiones,
delitos tributarios e incluso una verdadera "batalla naval" y
homicidios. La persecutora tiene más de 10 causas a su haber con casi un
centenar de personas involucradas.
"Todas estas causas son por distintos delitos, como
por ejemplo un homicidio ocurrido en noviembre del año pasado. Años atrás en
Carelmapu y en Ancud también hubo asesinatos", afirma. Agüero añade que
estos ilícitos han ocurrido en el mar, "lo cual los hace más difíciles de
investigar, porque es más difícil obtener pruebas". Cambio en la
estrategia de investigación El 25 de enero de 2014 se produjo un "combate
naval", cuando una lancha en que iban varios delincuentes –provenientes de
Ancud- llegaron hasta el sector de Estaquilla, produciéndose un enfrentamiento
en el mar con una embarcación de pescadores que resguardaba la seguridad del
área de manejo y que terminó cuando la nave invasora embistió a la otra,
destruyéndola. "Prácticamente la destrozaron y esa fue la primera causa
que dio origen a que la Fiscalía tomara cartas en el asunto y logramos una
condena. Esa fue una investigación bastante difícil, pero logramos determinar
qué lancha embistió al bote de vigilancia, que tenía cuatro personas en su
interior", revela. Agüero agrega que ese hecho, además provocó que el
fiscal Emilfork decidiera dar más importancia a este delito y definirlo como
una de las prioridades de su gestión, firmando también un protocolo
interinstitucional con Sernapesca, Policía de Investigaciones, la Armada y
Carabineros, con el fin de combatir este delito. Modus Operandi y plan
antirobos Desde ese año la sustracción del "loco" comenzó a ser
estudiado, descubriéndose que abarcaba más delitos que sólo el hurto del
producto. También se descubrió cómo operan las bandas ilegales que se dedican
al robo de estas especies desde las áreas de manejo y posterior conservación y
venta en el comercio ilegal. "La dinámica de cómo se comete este delito es
en horas de la noche, en lanchas rápidas con motores que superan los 50HP y los
100 HP, que se les conoce comúnmente como 'pangas', porque incluso superan la
velocidad de las lanchas patrulleras de la Armada. Salen de Ancud a las 10 u 11
de la noche. Entonces es muy difícil sorprenderlos y cuando son encontrados, se
deshacen del producto en el mar y es difícil determinar la cuantía y por qué
delito se puede acusar", sostiene la persecutora.
Al respecto el capitán de Corbeta Octavio Valenzuela,
capitán de Puerto de Maullín, señala a Emol que hasta este mes llevan 30
denuncias y que es complejo sorprender en flagrancia a los ladrones debido a
las largas distancias. "Eso es lo más complejo de este delito, porque las
áreas donde se produce el hurto del recurso 'loco', las distancias desde alguna
unidad marítima para dar auxilio son demasiado prolongadas en tiempo para
nosotros poder llegar al área", advierte. El oficial revela, eso sí, que
la institución ya ideó un plan para mitigar ese problema. Este consiste en el
despliegue de unidades marítimas en forma permanente en el área desde la cual
se produce el hurto. "Ese plan ya comenzó y hemos tenido resultados en el
primer semestre. Hemos incautado cuatro embarcaciones menores, cinco personas
detenidas y 1.773 unidades de recurso loco decomisadas", revela. En ese
sentido, Valenzuela añade que lo anterior fue gracias al despliegue de dos
lanchas rápidas con capacidad de realizar interceptaciones y captura de
embarcaciones en el mar, y su personal tiene entrenamiento para realizar los
arrestos. Baja penalidad Pero la fiscal Agüero advierte que todos los detenidos
en estos casos reciben penas muy bajas, pues la sanción empieza con penalidad
de hurto. En el Código Penal se dice que el hurto se sanciona con una pena en
concreto dependiendo de la Unidad Tributaria Mensual (UTM).
"Es decir que si la especie que usted hurtó tiene
valor de media a 4 UTM a usted se le va a sancionar con una pena de 61 días a
541 días de presidio. Si supera los 4 UTM sube de 540 a tres años y así
sucesivamente", explica. La persecutora añade que otro problema de la
norma es que "se remite a la cuantía, porque si por ejemplo usted es
sorprendido con 'locos' robados y usted los tira al mar, yo tengo que probar
cuántos sacó y si no lo puedo probar es letra muerta el delito. Además debo
probar de qué área de manejo es la especie". "Es de muy difícil
prueba y si uno llega a probarlo la pena igual es baja. Entonces no es un
disuasivo para que se siga cometiendo este delito en el mar. Pero antes no se
investigaba porque no existían denuncias y ahora la gente se está atreviendo a
denunciar. Éste fenómeno delictual que creo que no se replica en ninguna parte
de Chile. Al menos no con esta intensidad", finaliza.
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