¿Quienes ganaron las elecciones de alcaldes y
concejales en Chile?
Para San
Agustín, la vida social se fundamenta en los instintos o impulsos primarios. La
sociedad y el Estado son el producto de la industria humana, del esfuerzo
humano, es un artefacto fabricado por el hombre.
Mario Concha Vergara |
El Estado no es consecuencia un pacto constitutivo pero sí un pacto declarativo. Este pacto
declarativo significa que todos los hombres, contribuyendo mediante el libre
acuerdo de sus voluntades, van a declarar que previamente han existido unos
impulsos sociales que hacen necesario la comunidad política y, como la sociedad
política es humana, no está exenta de errores.
"Santo
Tomás mantiene que el pueblo es el único que puede ordenar algo al bien común
mediante la ley ya que el derecho de hacer leyes se encuentra en la base
popular, aunque a veces transfiera el ejercicio de dicha facultad. Así pues, el
pueblo es el agente primario del sistema político. Por tanto, según Santo Tomás
la facultad legislativa es propia de la multitud, aunque esta puede trasladarla
al príncipe. Ahora bien, Santo Tomás siempre que se refiere a la multitud, se
refiere a la multitud libre".( Castellanos, Gonzalo Flores, Revista Arbil 97, 2012).
La población inscrita
para votar en Chile en 2016 es de 14.121.316 personas y los votantes que
ejercieron su voto fueron 4.931.041 con una participación equivalente al 35% lo
que significa que ésta bajó en 7,6% respecto a la última elección presidencial.
Si a estos 4.931.041 votantes (o votos)
les restamos 66.092 votos en blanco y 111.202 votos nulos, que totalizan
177.294, nuestro valor real en votos válidos emitidos se reduce a sólo
4.753.747 votos. En otras palabras los votos válidos se reduce a 33,66%, es decir,
de cada 100 personas solo 33,6m hicieron valer su voto, lo cual, obviamente le
quita representatividad a los políticos participantes en el proceso electoral.
Las lecturas que han
hecho los medios de comunicación y los partidos políticos, tanto de derecha
como de izquierda, así como el propio gobierno nacional son totalmente
sesgadas, son irritantemente parcializadas para uno u otro lado, sin considerar
la realidad del fenómeno electoral que ha ocurrido en Chile. Por ejemplo, la
candidata Evelyn Mathei, de derecha, ganadora en la Comuna de Providencia del
Gran Santiago, obtuvo 53,2%, lo cual usando la media nacional de votantes le
daría solamente un apoyo equivalente a un 15% de su circunscripción; el alcalde
reelegido de Recoleta (Santiago) Jadue, con aproximadamente un 45% del 28% de
electores en su comuna estaría en realidad representando a 12,6% del
electorado; el ganador de la alcaldía de Santiago, Alessandri, obtuvo un cercano 14%, y así por el estilo.
En otras palabras, sin realmente leemos con atención
la votación de esta última elección, tanto de alcaldes como de concejales,
tendríamos que muy pocos candidatos superaron la media de 15% de los votos de
sus votantes registrados. Esto significa que los chilenos serán gobernados por
alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas, que no los representan en
absoluto. ¿Cuál es el mensaje que enviaron los votantes? El mensaje es muy
claro, los votantes, en general están cansados de tanta corrupción, de la falta
de gobernanza, de idoneidad, y del uso de los recursos del Estado para fines
particulares. El Poder Judicial, no cumple idóneamente con sus tareas; el
Congreso menos. Los congresistas tienen sueldos superlativos y, además, han
recibido aportes financieros, muchos de ellos, de empresas creadas por la
dictadura y han emitido boletas falsas lo que le ha costado miles de millones
en recaudación al Servicio de Impuestos Internos; esto, el pueblo chileno lo ha
tomado muy en cuenta.
Santo Tomás mantiene que el pueblo es el único
que puede ordenar algo al bien común mediante la ley ya que el derecho de hacer
leyes se encuentra en la base popular, aunque a veces transfiera el ejercicio
de dicha facultad, y si el pueblo se ha negado a transferir dicho derecho
obviamente los "elegidos" no tienen representatividad popular pues
estarían respaldados por unos pocos que no creen en que la probidad y ética de
los políticos es necesaria, o que no están bien informados.
La prensa
visual y escrita ha aprovechado la ocasión para desvirtuar el comportamiento
electoral de los chilenos para lo cual dice "perdió la Nueva Mayoría"
"ganó la oposición" con un gran festejo del ex Presidente Piñera que
al parecer tampoco ha sabido leer los resultados o no quiere. ¿No se dan cuenta
que los perdedores son los dos grupos políticos en pugna?
La
presidenta Bachelet ha reaccionado de la misma manera; no ha entendido el fallo
del pueblo. Su respuesta ha sido pedirle la renuncia a 8 subsecretarios y
echarle la culpa a "la división de los partidos de la Nueva Mayoría".
Hasta ahora no ha sido capaz, junto a su Gabinete de hacer una autocrítica del
comportamiento popular y de los errores de su gobierno.
*El autor es Ph.D. en Comunicación
E-mail: conchamh@gmail.com
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