martes, 24 de julio de 2018

Comunismo

El fracaso del comunismo en el mundo moderno

Comentario sobre el fracaso  del comunismo que, según Khruschov, en un futuro iría a triunfar en el mundo y enterraría al capitalismo. Cuando dijo eso en las Naciones Unidas, yo vivía en Nueva York y acababa de regresar de la Unión Soviética y otros países satélites comunistas y recuerdo que me puse a reír, pues bien sabía que esto sería imposible y es como las palabras de odio que hoy día oigo de la boca de Maduro, Correa y que también oí de los Castro.
El comunismo cayó por su propio peso, falta de libertad, oportunidad, mala administración centralizada y su espantoso sistema  represivo y de terror  despiadado. El sistema Nazi fue su equivalencia derechista, nada más que Stalin durante la Segunda Guerra Mundial, y valiéndose de ser aliado contra el Gobierno de Hitler, aprovechó la Europa destruida para consolidar su brutal imperio del Gulag y el terror.
Sus juicios copió de los que la Inquisición creó y así mantuvo bajo un despiadado terror a su pueblo, causando millones de víctimas, y culpando al capitalismo e imperialismo yankee de todos los  males, como Hitler culpó a los judíos y así amalgamó a su pueblo en una lucha imaginaria. 
Esto es casualmente lo que Maduro está haciendo en Venezuela hoy día; manda asesinar para culpar a sus adversarios. 
El caso del Sr. López es típico y el del joven Tinoco y otros. Gorbachov trató de darle un alma al comunismo, pero un régimen tan despótico y totalitario, regido por el terror, no la puede tener, ya que, si se destapa una olla de presión súbitamente, explota, y esto fue lo que sucedió en esa parte del mundo, cuando el pueblo decidió tirar el yugo opresor y, por su misma economía y perversidad, el régimen se desplomó. 
En Rumanía, cuando el pueblo decidió liberarse de Ceausescu, se tiró a la calle y, a pesar de  sacrificarse, logró deshacerse de un tirano armado hasta los dientes. 
En Venezuela, o Maduro reprime violentamente, o tiene que ceder y es el Ejército quien verá qué es lo que más conviene. No se puede vivir en el caos y la represión de Maduro y es demasiado extraño que ningún Gobierno latinoamericano haya dado la alerta de su corrupción y terrorismo. En Venezuela, por desgracia, los de la derecha, como los de ahora, la han espoliado, corrompido, robado y arruinado.
Solamente habrá que ver lo que el petróleo ha brindado a los países árabes del Golfo Pérsico y lo que ha brindado a Venezuela. ¿Para qué decir más?
Los hechos lo comprueban y las palabras sobran.
En cuanto al Sr. Villalta, me parece ser un joven idealista, quien cree en las "verdades" del comunismo.
En ese sistema, las culpas son siempre de otros, sus enemigos creados por ellos mismos para engañar al pueblo de la realidad del régimen. No creo que el Sr. Villalta y otros como él sean de la misma fábrica de Maduro, pero nunca se sabrá lo que el cerebro humano piensa.
La familia de mi esposa es originaria de esa región de Europa; ellos son el testimonio y testigos de los sufrimientos, vejaciones, imposiciones y del terror comunista que este régimen creó en las personalidades malvadas de Stalin, Kruschov,  Beria y muchos otros, todos el producto de una filosofía en la cual el Estado es el único  dueño omnipotente e infalible de todo lo material como también del pensamiento y en ese sistema no se podrá jamás encontrar nada espiritual y está condenado a perecer, aunque se mantenga en el poder por medio del terror por un tiempo.
El tal socialismo del siglo XXI o bolivarianismo, de Chávez, no es nada más que una careta para disfrazar el término: "comunismo dictatorial", que solo el marxismo o el nazismo pudieron crear. Némesis del mal.
Estando en la Unión Soviética, la guía que nos asignaron, siempre se refirió al futuro del régimen. Un futuro preñado de bienestar y un alto nivel de comodidad, pero ese futuro era el que ya se tenía en países como Canadá, EE. UU., Alemania del Oeste, Francia, Suiza y otros y discutiendo con ella, le dije que esos países lo habían conseguido por medio de la democracia, libertad y los derechos humanos;como los comunistas siempre tienen sus respuestas preparadas, me contestó: no importa, los aventajaremos, pero ningún país excomunista lo ha logrado todavía. También, siempre mencionó el comunismo científico, pero este nunca llegó.
Al Gobierno venezolano le entran millones de dólares diarios, aparte de lo que le entra del hierro, bauxita, oro y tras exportaciones, pero, ¿qué se hacen esos millones? Multipliquen esto por 365 días y verán los miles de millones que se desaparecen, pues aunque digan que la pobreza se ha reducido en un 70% no es verdad, solamente propaganda de ese Gobierno.
Tal vez, si se ha reducido en un 30 o 40%, es mucho y no hay productos básicos como leche, carne, huevos, ni papel higiénico. La electricidad falla a continuo.
Las ciudades venezolanas están rodeadas de casuchas y en especial esto se ve en Caracas. Este régimen ha enviado más de 13 mil millones para mantener el nefasto régimen de los Castro en Cuba y otros Gobiernos amigos en América, en vez de utilizar esos millones para mejorar la vida de su pueblo.
Maduro es un personaje amargado, viene de medios muy básicos e incultos y apegándose a Chávez logró surgir; en su mente está inscrita la "vendetta" contra las clases más solventes y ahora se prepara a destruirlas, aunque sea poco a poco.De mis viajes a Venezuela, pude observar un descontento contra el turista, invocando los tiempos cuando eran ricos, como una Policía bastante grosera.   
El verdadero socialismo es el de los países escandinavos. Quiere decir una sociedad donde las diferencias de clases no son muy marcadas. Una sociedad donde todos gocen de la riqueza que esta misma les proporcione, donde el Estado no sea  el árbitro, dueño y señor de sus vidas y donde no se le pueda contradecir, ni cuestionar, y darle obediencia completa. 
Los países escandinavos son los verdaderos parangones del socialismo y, para ventaja de ellos, han conservado un gobierno donde el rey o la familia real es la cabeza del Gobierno, pero al mismo tiempo, un primer ministro y el congreso rigen y deciden el destino y cómo se gobiernan sus pueblos, y de esta manera les han dado un nivel de vida muy difícil de igualar por algún otro sistema en nuestro mundo, y menos  el comunismo, enmascarado en un socialismo del siglo XXI o bolivarianismo , inventado por Chávez para disfrazarlo y así convocar la imagen del insigne libertador del pueblo, no solo venezolano, sino americano: Simón Bolívar, tal vez el más grande libertador de América. El  comunismo se vale de todo para  triunfar, pero como toda dictadura despiadada no podrá durar para siempre. Vean a Corea del Norte, tiene la bomba atómica al costo de miles de personas que han muerto de hambre, ya que el presupuesto se ha dedicado a las armas destructoras.
Miles fusilados y en prisiones oscuras. Compárenla con Corea del Sur, qué diferencia, en libertad, riqueza y bienestar. No sé cómo nadie puede ser comunista con estos ejemplos que no se pueden negar.
La misma China, es más capitalista que comunista y solo Corea del Norte y la paupérrima Cuba quedan como un ejemplo del fracaso del sistema comunista que ahora los Ortega, Maduro y Correa quieren emular. ¿No se dan cuenta del fracaso y caos que están creando?
En cierto modo, el comunismo es como una religión, aunque materialista. Esperaban en Rusia un Paraíso Terrenal cuando, según ellos, el socialismo marxista se transformara en el verdadero comunismo anunciado por Marx y Lenin en un futuro, que fue utópico y nunca llegó, como sucedió con el Reino de los Cielos anunciado por Jesús.
Es por esta razón que hay varios paralelos con el cristianismo y las otras religiones, es por esta razón que cuando murió Lenin lo embalsamaron y pusieron su cuerpo en la Plaza Roja, para que la gente le llegara a adorar, pues el ser humano crea sus "dioses de barro" siempre, ya que como animal social, lo es también religioso o espiritual. 
Me impresionó ver las largas colas de miles esperando ver a la momia de Lenin, en Moscú, bajo una temperatura de unos  40 grados  centígrados bajo cero.
Cada hora cambiaban la guardia y estos soldados parecían estatuas inmóviles. Pensé: pobres soldados y pobres gentes, adorando no una imagen santa, sino a la momia de un ser humano, quien fue  despiadado, ya que para adquirir poder no se detuvo ante nada, así fuese lo más inhumano.
Cuando Kruschov anunció  a los habitantes de la Unión Soviética los crímenes de Stalin, cayó como un rayo fulminante sobre el pueblo a quien se le había dicho ser un como un padre y conductor del socialismo.
Lo más  espantoso es que el mismo Kruschov fue el ejecutor del brazo de Stalin, quien mató de hambre y fusiló a unos 5.000.000 ucranianos, a quienes calificó de bandidos, kulaks, contrarrevolucionarios y agentes del imperialismo y capitalismo decadente.
 Desde luego que no dijo haber sido el responsable de esta horrible masacre de su mismo pueblo, ya que él era de extracción ucraniana y el payaso de Stalin, quien tenía que bailar ante Stalin, a menos que se negara y fuera a parar al Gulag siberiano, si tenía la suerte de conservar su propia vida.
Maduro, igualmente calificó de "bandidos" a sus contrarios, culpándoles de los crímenes y muertes ocurridas durante este levantamiento del pueblo contra su tiranía, pero de los demás líderes o presidentes latinoamericanos ni una palabra de censura. También vociferó contra EE. UU. como instigador del pueblo contra él, pero no dirá que es su tiranía la cual los ha obligado a protestar. ¿Qué ha pasado con las democracias? ¿Se dejan comprar por el petróleo?
Luego de haber arribado en Moscú, en la noche, en la Plaza Roja y de ver el Kremlin iluminado con sus cúpulas de colores, envueltas en un manto de lluvia de plata que descendía desde el cielo y entre lo blanco de la nieve recién caída, me pareció que estaba en el País de las Mil Maravillas, pero pronto descubrí que ese País de las Mil Maravillas que me había imaginado era el de los Mil Gulags, donde sobrevivían millones de seres en condiciones infrahumanas, sin ningún derecho, sin nombre y sin esperanzas, solo esperando el estertor de sus muertes,  que vendrían a liberarlos de los espantosos sufrimientos, por solo haber mostrado su desacuerdo con el dogma comunista. 
Ahí fue donde comprendí la maldad impuesta por un hombre sobre desdichados millones de seres humanos, Nicolás Lenin, y sus comisarios cuando tomaron el poder por la fuerza en San Petersburgo durante la Primera Guerra Mundial, que dio paso a la criminal y despiadada dictadura de José Stalin y sus secuaces, y que muchos de ellos encontraron la muerte en las oscuras prisiones de Rusia, durante años, cuando todo el imperio soviético temblaba ante el terror staliniano. 
¿Imitará esto Maduro cuando consolide su poder ayudado por Ceballos, sus correligionarios y los miles de cubanos que Castro le ha mandado para consolidar su poder dictatorial en reprimir a sus contrarios, como ahora su hacha está lista para caer sobre la cabeza de la diputada C. Machado? Otra víctima de la voraz filosofía marxista.
Qué lástima, ¡lo que está sucediendo en nuestros países! Cuando estos políticos están resucitando un sistema malvado  y opresivo, ya difunto y fracasado. Espero que el comunismo, en cualquiera de sus nuevas formas, no logre triunfar en nuestra América.
Maduro, a pesar  de su odio por el capitalismo y el sistema democrático de los Estados Unidos, sabe muy bien que el petróleo le da para chantajear a otros Gobiernos latinoamericanos y ha usado la famosa frase de Kissinger,  antiguo ministro de Estado durante la Administración del presidente "imperialista" Richard Nixon: "Controla el petróleo y controla las naciones; controla los alimentos y controla los pueblos".

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