Fundación de Rancagua
En los momentos buenos o malos, según
sea la circunstancia, Rancagua ha significado un aporte al país en múltiples
aspectos, que no podemos dejar pasar al cumplir los 269 años de su fundación
El 5 de octubre de 1743, el entonces
gobernador del Reino de Chile, José Antonio Manso de Velasco, fundó, según
señala la historia, la nueva villa de Santa Cruz de Triana, que con los años se
denominó sólo como Rancagua, de acuerdo a la costumbre de sus habitantes. Por
esta razón, durante la jornada de hoy, la capital regional celebrará sus 269
años de vida, con los correspondientes homenajes al fundador y el
reconocimiento a vecinos destacados. Desde la fundación, obviamente, ha corrido
mucha agua bajo el puente y el desarrollo y crecimiento de la actual capital de
la Región de Libertador General Bernardo O’Higgins ha mostrado sucesivos
avances, pero además, ha quedado también marcada por la historia.
Desde que los alarifes realizaran el trazado
de la naciente ciudad, que se levantó en terrenos cedidos por el cacique Tomás
Guaglén a cambio del reconocimiento de su título por el rey, de acuerdo a la
concepción urbanística de Felipe II, como un damero, es decir, en un plano
similar a un tablero de ajedrez, de ocho cuadras por ocho cuadras, que
corresponde al actual perímetro delimitado por las avenidas Freire (oriente),
Millán (sur), San Martín (poniente) y la Alameda (norte), en sus calles y
avenidas han ocurrido significativos hechos de notoriedad nacional.
En ese sentido, es imposible no mencionar y
recordar la defensa desesperada de su plaza por las tropas patriotas en 1814,
en un hecho que marcó el fin de la denominada Patria Vieja y que obligó a las
tropas independentistas a refugiarse y reorganizarse al otro lado de la
cordillera y, más importante aún, la Nacionalización del Cobre, también
ocurrida en la plaza rancagüina 157 años después, que puso fin a un proceso de
recuperación del principal producto de exportación de Chile iniciado en 1953
cuando se creó el Ministerio de Minería.
Pero Rancagua también pasó a la historia por
otras no menos importantes iniciativas, donde destaca el hecho de tener una de
las escuelas más antiguas del país, como es hoy el actual Colegio Moisés Mussa,
centro de enseñanza básica fundado en 1791 y luego, en 1840, para dar
continuidad de estudio a sus egresados, el Colegio de Instrucción Superior, hoy
Liceo Óscar Castro Zúñiga.
La actual capital regional también ha marcado
hitos en lo cultural, siendo la cuna de la Sociedad Literaria de 1842,
impulsada por José Victorino Lastarria; así como del poeta Óscar Castro y del
escultor Samuel Román, sólo por mencionar algunos de los más importantes
portentos de la cultura nacional.
Y suma y sigue, porque la explotación de El
Teniente, iniciada a principios del siglo XX, en 1905, fue otro impulso para la
zona, esta vez industrial, a lo que se suma el ser sede del Campeonato Mundial
de Fútbol de 1962… En fin, la historia es larga y difícil de evocar con
precisión en pocas líneas, sin embargo, a los momentos buenos o malos, según
sea la circunstancia, Rancagua ha significado un aporte al país en múltiples
aspectos, que no podemos dejar pasar al cumplir los 269 años de su fundación.
A fin de mes elegiremos a quien encabece los destinos y el progreso de la capital de la Región del Libertador, con la esperanza de quien asuma la alcaldía, continúe por la senda trazada por el fundador cuando soñó con la plaza de las cuatro calles…
A fin de mes elegiremos a quien encabece los destinos y el progreso de la capital de la Región del Libertador, con la esperanza de quien asuma la alcaldía, continúe por la senda trazada por el fundador cuando soñó con la plaza de las cuatro calles…
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