sábado, 17 de septiembre de 2016

Baile Nacional de Chile

CUECA CHILENA
En Chile se baila la cueca, aproximadamente desde 1824. Aunque por aquellos años su nombre era simplemente “La chilena”, muy parecida a la zamacueca, y así es mencionada incluso por Diego Portales hacia 1830.
En los salones de música (casa de canto) se ejecutaba con arpas y guitarras, y en el campo (en las chinganas, que visitaba Portales) se armaban tabladillos especiales para los bailarines, acompañados de guitarras y canto.
La existencia de nuestra cueca, con sus orígenes perdidos en el tiempo y en el espacio, se fue afincando no sólo en las populares chinganas, sino que también se tocaba y bailaba en salones de mayor alcurnia, como la Filarmónica, donde sonaba al son de arpa y vihuela, también con la presencia de Portales.
Con los años, y junto con el afianzamiento de Chile como República, se fue popularizando cada vez más. Pese a ello, en Chile no existía un baile oficial que nos representara, hasta que el 18 de septiembre de 1979, bajo el gobierno militar de la época, según Decreto N° 23, se estableció que la Cueca sea la Danza Nacional de Chile.
En casi todo el país, la cueca se canta  a dos voces y se acompaña del arpa, piano, acordeón, pandereta u otro instrumento de percusión. El único instrumento que siempre está presente es la guitarra, y unas cuantas palmas para incentivar a los bailarines. Solamente en el norte se reemplaza a veces la guitarra por una banda de bronce o flautas.
La Cueca, según estudiosos, es un claro derivado del fandango, pertenece a los bailes de la tierra, y tomó de manera sucesiva los siguientes nombres: zamba, zambacueca, zamacueca, cueca chilena y Chilena.
Algunos folcloristas dan una explicación de tipo zoomórfica al origen y al nombre de la danza, derivándolo de "clueca", creyendo ver en nuestro baile una imitación de los movimientos de una polla requerida por el gallo. El baile del hombre equivaldría a la rueda y al entusiasmo que pone el gallo en su lucha amorosa y explicaría, además, el aire defensivo de la polla, que se ve en la dama.
Desde mucho tiempo se ha dado por aceptado que la cueca nace en Lima (Perú). No obstante, la duda persiste. Peruanos y chilenos se preguntan: ¿Es peruana o es chilena?. Pues, debido a la abundancia de referencias, no se ha llegado a nada concreto.
Hay tres teorías, que son dignas de mencionar:
1.- La que le supone un origen africano. 
2.- La que sostiene un origen indígena, y 
3.- La que le atribuye un origen europeo (español).


Existen diferentes tipos de cuecas; las más conocidas son:
Cueca Nortina; Cueca Criolla; Cueca campesina; Cueca Valseada; Cueca Larga; Cueca Cómica; Cueca Robada; Cueca Porteña; Cueca Chilota.
La Cueca es un baile de fiesta, los contertulios llevan en gran parte la responsabilidad de la alegría, mientras la cantora, la guitarra y el arpa rasgan, comienza el acompañamiento de golpes acompasados, el tamborileo sobre la caja de la guitarra o el arpa.
El huaso avanza hacia la joven que más le agrada y le ofrece el brazo, ella se levanta, acompañándolo en un breve paseo a lo largo de la sala. Terminado el paseo se colocan frente a frente, pañuelo en mano, y empieza el baile animado por la concurrencia. (Para agrandar imagen de la derecha, hacer clic sobre ella).
Los pasos iniciales son muy medidos, tranquilos, vacilantes. Los pañuelos se mueven suavemente y, sugiriendo el giro insinuante de la Cueca, el huaso persigue a la china que le huye, y empleando el pañuelo como si fuera un suave lazo, la rodea sin tocarla y la trae porfiadamente a su lado. Ella se le acerca con elegancia y coquetería levantando ligeramente la falda con la mano izquierda, mientras que con la derecha mueve con gracia el pañuelo y huye nuevamente.
El huaso comienza el zapateo y suele parecer una competencia de habilidades consigo mismo hasta que llega la última vuelta y el abrazo y rodilla en tierra.
Musicalmente, la Cueca, como la mayoría de las formas musicales folclóricas chilenas, tiene un ritmo de 6/8 y está basada integralmente en dos frases musicales que se responden  la una a la otra. Se compone de 48 compases, pudiendo mantener también 52, precedidos por una introducción a voluntad de los cantantes. La danza empieza y termina con el canto.
Baile interesante y complejo
Según los conocedores, la cueca es un baile muy complejo que ocupa "un lugar de honor entre los bailes americanos". El experto en música y profesor de la Universidad Católica de Chile, Samuel Claro, dice que su coreografía es "similar a las antiguas justas o torneos medievales y que deriva de las pantomimas de amor..." De hecho, es un baile de parejas las que, por medio de varios pasos, representan el cortejo y la conquista.
"La cueca hace resaltar la gracia, la picardía y la dignidad de la mujer frente a la virilidad, fuerza y espíritu de conquistador del hombre". La pareja, provista de pañuelo que "flamea" al viento, se ubica frente a frente y a una cierta distancia y empieza a hacer una serie de movimientos alrededor de un círculo imaginario. Y aquí es donde comienzan las diferencias: los mineros del carbón, los pescadores del sur, los vaqueros de la zona central, los habitantes de los villorrios del norte y los de la ciudad tienen todos sus propios movimientos que le dan a la cueca el carácter especial de su región.
De acuerdo a los expertos, la estructura musical y poética de la cueca es igual de compleja, especialmente en lo que se refiere al uso de sílabas y sonidos. Se compone de dos frases musicales y tres elementos literarios: un cuarteto, una estrofa de siete versos y una copla. Todo esto constituye lo que se llama el pie de cueca y normalmente se bailan tres pies de cueca continuados, lo que se considera una cueca completa.
Toda esta complejidad lleva a muchos a dudar de que este baile haya aparecido en forma espontánea durante el período de la Independencia y ha llevado más bien a creer que la cueca "surgió junto con el sentido de libertad, salió de su confinamiento secular como un baile de la tierra, trasmitido en forma oral a través de generaciones y que está latente en toda América". Esto explicaría, entonces, su dispersión por todo el continente.
En sus "Memorias", Ignacio Domeyko escribió: "Es difícil darle al lector una noción precisa de todas las emociones de los bailarines que expresan el sentido del baile con gestos, miradas y sonrisas. Todos se entusiasman, el canto se hace más expresivo, los jóvenes de agrupan alrededor de los que bailan, batiendo palmas al ritmo de la música, todos parecen estar esperando el final y, de repente, el baile termina, en el momento menos esperado, entre aplausos y alabanzas para los bailarines.

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