Rector de la Universidad de Chile:
"Es un
chiste brutal que se diga que en Chile existen las universidades
estatales"
La
autoridad universitaria destaca la necesidad de alcanzar un proyecto nacional
que permita reconstruir la educación pública. Revela el rol del actual gobierno
en la materia y afirma que existe un esfuerzo por mejorar un sistema
educacional "destruido".
http://www.latercera.com/noticia/nacional/2015/01/680-611133-9-rector-de-la-universidad-de-chile-es-un-chiste-brutal-que-se-diga-que-en-chile.shtml | Por Cristóbal Palacios - 04/01/2015
Fortalecer la educación pública en Chile. Para Ennio Vivaldi, el rector
de la Universidad de Chile, esa consigna resume la principal necesidad para
mejorar un sistema educativo que ve desgastado. En conversación con La Tercera,
el titular de la Casa de Bello valora el funcionamiento de la Prueba de
Selección Universitaria (PSU) y alerta que ella refleja las desigualdades
educacionales que vienen desde la base. También releva el papel que, a su
juicio, deben cumplir las universidades estatales en el proceso hacia una
educación pública y de calidad.
¿Cómo analiza el pasado proceso de selección de
la PSU?
Primero, destacaría, con orgullo, el excelente rol que ha jugado el
Demre (Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional, dependiente
de la U. de Chile), tanto en la confección de un punto técnico de la prueba
como en la implementación y logística de ésta. Recurrentemente se dice ¿por qué
esto debe hacerlo la Universidad de Chile y no se licita entre privados? Mi
respuesta es categórica. La U. de Chile desde 1967 (cuando se aplica por
primera vez la Prueba de Aptitud Académica) a la fecha ha hecho en forma
impecable una prueba que hoy comprende 180 mil postulantes. Quiero hacer una
diferencia entre la prueba, que hacen lo que le piden que haga, y lo hace
bien.
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No obstante, se le critica que mide
conocimientos y no habilidades.
Se hace un esfuerzo porque también mida habilidades. Por ejemplo, cuando
se cambió la PAA por la PSU, la idea era que la PSU no iba a terminar con la
idea de la aptitud, sino que la iba a canalizar a través de otras instancias,
pero la verdad es que la PSU está pensada para captar la capacidad, la
idoneidad del estudiante y tratar de ser un predictor de lo que va a ser su
rendimiento. Desde ese punto de vista es una buena prueba.
También se le cuestiona que contiene un factor
segregador
Quiero enfatizar: no le echemos la culpa al instrumento que usamos para
medir de las diferencias brutales y la segregación que existe. La PSU se da en
un país que hace más de 40 años tomó la decisión de destruir la educación
pública y dejó con mala educación al 80% de los chilenos,
¿El problema está en la base?
Lo que ocurre en Chile es una cosa realmente dramática. Se le niega la
educación a la inmensa mayoría y la buena educación, que te garantiza la
universidad, te la dan colegios que son muy caros, a tal punto que el 7% de los
estudiantes asiste a esos colegios y estos dan un porcentaje enorme de los que
ingresan a la universidad. Entonces, por ningún motivo uno puede confundir la
calidad de la prueba con las razones por la cual la prueba no hace más que
evidenciar lo que evidencian otras pruebas como el Simce o Pisa, que es la
brutal discriminación que hay en Chile. Veamos cuáles son las causas y
comprometámonos con una solución.
Dentro de este compromiso, ¿cuál es el rol de la
U. de Chile?
Dada esta brutal desigualdad, ¿nos vamos a quedar con los brazos
cruzados viendo estos niños talentosos, cuyo único problema es que no tienen
plata para pagarse la universidad? No. Y ahí la U. de Chile creo que da un
ejemplo increíble. Los porcentajes de estudiantes nuestros son prácticamente un
tercio municipales, un tercio subvencionados y un tercio particulares. Hay
otras universidades que tienen más del 80% de estudiantes de colegios particulares.
Nosotros tenemos 450 becas para niños sin recursos, tenemos un montón de becas
por la inclusión y la equidad, tenemos programas por motivos étnicos, por
motivos de extranjería, por motivos de capacidades especiales. Nosotros hacemos
esfuerzos, pero nunca perdamos el contexto. Si tenemos que hacer estos
esfuerzos es por el desastre al cual fue sometida la educación pública, que hoy
no es sólo culpa de Pinochet, obviamente aquí hay una complicidad de 24 años.
Se debió cambiar antes el sistema...
No sé cómo pueden dormir tranquilos los tipos que se dan cuenta de que
ellos perpetuaron un sistema que les niega la posibilidad a los niños pobres de
ir a la universidad. Hay que comprometerse a reconstruir la educación pública
en Chile, eso es lo más importante.
En ese sentido, ¿qué le parece el rol del actual
gobierno?
Muy bien, muy bien. Creo que se ha banalizado la crítica al Ministerio
de Educación y creo que este es un ministro, un ministerio y un gobierno que
claramente se la han jugado por reconstruir la educación pública, a todos los
niveles.
No obstante, ha sido criticado.
Aquí uno tiene el legítimo derecho a hacerse preguntas cuando vienen
críticas como ‘las prioridades no se dieron en el orden adecuado’. Cuando uno
tiene un objetivo y conversa con alguien y te hace una objeción, uno sabe si el
tipo está de acuerdo con el objetivo y realmente lamenta que no se hayan hecho
las cosas mejor o si realmente es una disculpa a la cual está recurriendo para
no querer comprometerse con el proyecto de fondo.
Es decir, ¿mejorar la educación pública?
Existe un esfuerzo por mejorar la educación pública y un esfuerzo por
impedir que eso ocurra. Claramente, esto que ha ocurrido acá, con lemas
tribales como ‘ni un peso a las universidades estatales si no se les da lo
mismo a las privadas’, no creo que sea un problema económico, creo que es un
problema ideológico. Creo que lo que hay detrás de eso es que ‘tenemos
acorraladas a las universidades estatales, teniendo que funcionar como privadas
y no queremos soltarlos de ahí, queremos que la U. de Chile siga siendo una
universidad privada.
¿No se sienten universidad estatal?
Es un chiste brutal que se diga que aquí, en Chile, existen las
universidades públicas o estatales. Hay tres cosas de una universidad pública
que si dices que las universidades públicas no las cumplen, nadie te cree.
Decir que una universidad pública les cobre aranceles a los estudiantes ya es
algo sorprendente, pero que esos aranceles no sean muy distintos a otras, es
increíble. Punto dos, nadie te podría creer que estas universidades públicas,
en la práctica, todos los años tienen que reajustar sus remuneraciones conforme
al sector público: el Estado no te da un peso para subir las remuneraciones,
por lo tanto qué te están diciendo: ‘Para que usted pueda pagar los sueldos
tiene las siguientes alternativas: primero, aumente sus aranceles’, lo que
están obligadas a hacer todas las universidades; o decirle al profesor ‘usted
va a tener que arreglárselas por su cuenta’; y tercero, deben construir y
mantener sus propios edificios, que finalmente son propiedad del Estado.
¿Espera un cambio con la reforma a la educación
superior?
Yo todo lo que espero es que vuelvan las universidades estatales. Para
mí este no es un problema económico, sino conceptual.
¿La idea es que sean totalmente financiadas por
el Estado?
Por supuesto, obvio. Claramente, no prohibiría que una universidad
estatal pueda hacer proyectos de investigación financiados por el sector
privado, lo que es totalmente válido y legítimo, pero desde luego yo creo que
una universidad estatal debe ser gratis. Eso hay que hacerlo, por lo que tiene
que haber un sistema de articulación de universidades estatales.
¿Falta institucionalidad?
No existe en Chile una instancia estatal o gubernamental que agrupe a
las universidades estatales. Estas universidades están agrupadas en el Cuech
(Consorcio de Universidades Estatales de Chile), que es una corporación de
derecho privado. ¡Por favor! Yo te digo, las universidades estatales
podríamos hacer 20 mil cosas más.
¿Cómo se avanza hacia el retorno de las
universidades estatales?
En primer lugar, tienen que ser reconocidas en su condición de tales,
sobre todo yo creo que tiene que haber proyectos de investigación, lo que
nosotros nos proponemos fundamentalmente como Universidad de Chile. Ese tipo de
cosas es lo que en todas partes del mundo hacen las universidades estatales.
En este sentido, ¿qué le parece la creación de
dos universidades estatales, en O’Higgins y Aysén?
Muy bien, porque son dos regiones que necesitan universidades y me
parece muy bien que el Estado esté representado en todas las regiones de Chile
con una universidad.
Pero van a tener los mismos problemas…
Van a tener los problemas que tienen todas las universidades estatales.
Yo estoy suponiendo que va a haber una nueva reglamentación de universidades
estatales. Y que se converse el tema, si lo que ocurrió con la ley de
presupuesto el año pasado fue una vergüenza. Ahí no se conversó nada, ni visión
de universidad, ni nada. Ahí hubo intereses echados a jugar y punto.
¿Es partidario de la gratuidad?
No me cabe duda alguna de que ese paso es fundamental para cambiar la
sociedad. El estudiante que se crió en forma gratuita por un sistema social
tiene, intrínsecamente, un sentido de devolverle a su sociedad lo que ésta le
había dado. Uno se sorprende de que haya médicos que no quieren ir a los
consultorios, cuando tienen que pagar préstamos brutales a los que han sido
sometidos.
¿Cómo se mejorará esa realidad?
Tiene que haber un proyecto nacional que compatibilice los obvios
anhelos que toda persona tiene al hacer una carrera con un sentido de servicio
social. Yo creo que en el caso de la educación eso va a ser patente, en el caso
de los pedagogos. Un egresado de Pedagogía de la U. de Chile sale de acá y ¿qué
le ofrece el sistema público y el privado? Entonces hay que tener un proyecto
nacional y volver a pensar un país como país.
Aquí la carrera profesional docente juega un rol
fundamental.
Pero evidente. Esta cosa tiene que ir más allá, tiene que haber un
sentido de sociedad, que es lo que de alguna manera tenemos que reconstruir.
Cambiando de tema, ¿cómo deben ser tratadas las
universidades estatales en el nuevo sistema?
No tengo ningún interés en disputarle ningún peso a ninguna universidad.
Lo que digo es que se apoye a la educación estatal. Tiene que haber un
presupuesto de universidades estatales, un sentido de universidad estatal. Es
muy importante la articulación de un sistema público que sea para todo Chile y
que sea vertical, es decir que vaya desde la educación parvularia hasta la
universitaria como un sistema de educación pública. Cuando yo estudié, el 80% de
los que entrábamos a Medicina veníamos de la educación pública.
Aquí quiero enfatizar que es un error garrafal identificar la educación
pública con cualquier ideología. Decir que la izquierda o la derecha son
partidarias de esto o lo otro es absurdo, la educación pública es una
responsabilidad de todos…
Pero hay intereses...
Por supuesto, pero ese es otro cuento y cuán independiente es cada
parlamentario de esos intereses es un problema de ellos y cómo la ideología de
cada partido entiende el rol del Estado, también es un problema de cada
partido, pero en principio, es una responsabilidad de todos.
Dentro del cambio que requiere la educación
pública, ¿cuál es el rol de la U. de Chile?
Creo que lo más importante es fortalecer la acción conjunta de las universidades
estatales; segundo, comprometerse con propuestas, con investigación y con
formación de pedagogos para la educación pública en todos los demás niveles.
Creo que hacemos la mejor investigación en Chile y somos la institución que con
mayor seriedad puede, por ejemplo, hacer propuestas para la reforma
educacional. Tenemos mucha gente que trabaja el tema, pero vamos a formalizarlo
aún más.
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